Ritual sistémico para tomar la vida y el crecimiento.

RITUAL SISTÉMICO DE TOMAR LA VIDA Y EL CRECIMIENTO.

Cada hijo tiene su lugar en el sistema familiar. Los nonatos que fallecieron intraútero o tempranamente, también son parte.

Todos podemos estar cargando con los excluidos de nuestros sistemas familiares, ya sean los nacidos sin vida o fallecidos tempranamente, y los que por distintas razones no fueron admitidos/reconocidos como parte del sistema.

Es decir, los miembros excluidos en este y otras generaciones, por ser duelos no tramitados en el sistema familiar. Todos los familiares que fallecieron en muertes tempranas, o inadmisibles. Por ejemplos accidentes, suicidios, asesinados, guerras, desapariciones, aquellas situaciones que quedan como un «imposible» como tramitación de esos traumas familares.

El hermano nacido luego de uno o más embarazos interrumpidos carga con los duelos no realizados por la madre, el padre y la familia. Por otro lado, carga con su hermano excluido, ya que no pudo ser incluido/integrado, por ende, nadie les ha dado su lugar en el sistema familiar.

El yacente siente que la vida no era para él/ella, sino que era para el primer hermano/a que no pudo llegar al nacimiento con vida. El síndrome de Yacente, concepto acuñado por Salomón Sellam, tiene una configuración muy amplia de síntomas, sin embargo, ahora nos vamos a detener en el aspecto central.

«No le es posible tomar la vida como propia, porque era para otro/a que no pudo tomarla.»

MOVIMIENTOS SISTÉMICOS CON FRASES SANADORAS.

“AHORA SI TOMO MI LUGAR

PORQUE VOS TENES EL TUYO.

GRACIAS.

Si yo no tomo mi lugar, va a haber alguien en esta generación o en la siguiente que tenga que ocupar el mío, con mi tarea pendiente, y no podrá ocupar el suyo plenamente.

Doy gracias a cada uno/a por ocupar su lugar.

Libero a mi generación y a mis descendientes de tener que hacer algo por mi, lo que yo no hice (por estar viviendo y ocupando el lugar y la vida de otro/a/s)

El lugar que deje vacante por una compensación arcaica o un amor ciego, creyéndome más grande por eso. Cuando en realidad me hice más pequeña, me escondí, ahora recién lo puedo ver, tampoco te estaba viendo, ni respeté tu lugar.

Hemos perdido/confundido ambos, cada uno su lugar, el propio.

Me sentía grande por querer ocupar otros lugares, sin poder encontrar el propio.

AHORA SI TOMO MI LUGAR

PORQUE SE QUE VOS TENES EL TUYO.

GRACIAS».

Gracias querido Maestro Bert Hellinger por el legado de Los Órdenes del Amor en las Constelaciones Familiares.

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