“No es la realidad económica en sí misma la que genera las formas de desmantelamiento de la subjetividad que vemos precipitarse en estos días, sino el hecho de que esta realidad económica incide en el psiquismo dando cuenta de la sensación de fracaso de un proyecto individual y colectivo que genere condiciones de vida diferentes.
El hambre genera desnutrición, enfermedades de diverso tipo, resta fuerza biológica a la sociedad. La representación de pauperización con la cual miles de seres humanos buscan comida en bolsas de basura, en las puertas de supermercados vallados repletos de alimentos, genera desesperación o desesperanza, dolor o furia.
La realidad del saqueo económico realizado por las corporaciones financieras en alianza con la corporación política ha dejado al país depredado de sus fondos patrimoniales, la realidad de la carencia de un pensamiento que dé respuesta capaz de articular un proyecto de recuperación de la Nación, deja a los habitantes del país en estado inerme, melancolizados por su propia impotencia o desesperanzados por la ausencia de respuesta de la clase política ante sus reclamos.
La realidad de nuestros pacientes de hospital es la de una indigencia material profunda. La realidad que debemos recuperar es la de poder construir sistemas de representaciones que restituyan el derecho a pensar y a estructurar proyectos que no reduzcan a los seres humanos que constantemente el sistema expulsa hacia la marginalidad, a sus puros cuerpos biológicos, que no limite nuestras acciones a un asistencialismo que despoja los restos de identidad y genera la engañosa propuesta de una sola realidad: la de una economía sin salida en el campo Nacional, la de un cuerpo sin subjetividad en el espacio de la vida humana.”
Silvia Bleichmar
Poco que agregar a una pensadora tan lúcida como Silvia Bleichmar, psicoanalista argentina fallecida hace unos años, cuyo pensamiento sigue totalmente vigente.
Cuando dice “debemos recuperar la capacidad de construir representaciones que restituyan el derecho a pensar y a estructurar proyectos…” Traducido a palabras sencillas, darnos la posibilidad de recuperar el derecho a soñar, a vislumbrar el futuro con esperanza, a pensar juntos, a imaginar que es posible…
Sabiendo que muchas veces la creatividad y la innovación surgen desde la marginalidad, desde la vulnerabilidad, desde la oportunidad de una vivencia límite…