Manifiesto de nuestros derechos luego de la pérdida.
Creemos que las mujeres podemos ser madres, si lo deseamos. Creemos que existen otras formas de maternidad, que no es solamente la biológica, y que existen otras maneras de ser mujer que no impliquen solamente ser madres.
Las que somos madres, seguimos siendo madres, a pesar de haber perdido un hijo, aunque el embarazo se haya detenido en las primeras semanas de gestación.
· 1. Me doy el permiso de no estar bien, de atravesar por todos los estados emocionales y la confusión. De no poder manejar el dolor.
· 2. Me doy el permiso y el derecho de sentir bronca, enojo, impotencia con todos a mi alrededor, con la vida, conmigo misma.
· 3. Me doy permiso de sentir envidia por todas las mujeres que anuncian sus embarazos, se lucen con sus panzas, o las que solo hablan de sus hijos…
· 4. Me doy permiso de pedir ayuda, de darme cuenta que no puedo sola. De hablar de esto que me pasa, de salir del aislamiento y el encierro.
· 5. Me doy permiso de hacer las inter consultas, y cambiar de médicos y equipos hasta sentir que me brindan el marco de respeto a mi cuerpo, a mi dolor, a mi salud integral, que también es psicológica, emocional y espiritual.
· 6. Me doy permiso a buscar el diagnóstico, a entender qué pasó, los porqués, a pesar que la medicina no me de las respuestas.
· 7. Me doy el permiso de elegir libremente el tratamiento expectante del aborto, de permitir que mi cuerpo despida por sí mismo, el embrión, los restos de tejidos, placenta y demás restos biológicos. Sin verme presionada a realizarme un legrado (raspado uterino).
· 8. Me doy el permiso a estar sola cuando lo necesito, y de estar acompañada solo con la gente que yo elijo.
· 9. Me doy el permiso de vivir el duelo a mi modo, de no estar bien todo el tiempo que necesite, de reconocer y respetar mi dolor. De no exigirme más de lo que puedo, ni por complacer o aplacar a los demás.
· 10. Me doy permiso para no asistir a festejos, reuniones, o todo tipo de compromisos. De alargar la licencia laboral, o tomar vacaciones para centrarme en mí proceso, y volver gradualmente a la rutina solo cuando yo me sienta en condiciones de hacerlo.
· 11. Me doy la oportunidad de tomar conciencia, de tomar la responsabilidad propia y compartida. De contar y aceptar la ayuda del padre si así fuera posible. De vivir la experiencia como un camino posible de transformación y de crecimiento.
· 12. Me doy la posibilidad de ayudar a otras mujeres que han atravesado la misma experiencia, sabiendo que ayudando me ayudo a mí misma, que puedo acompañar, así como yo necesité ser acompañada.
· 13. Me doy la posibilidad de soñar o no con un nuevo embarazo, de darme todo el tiempo necesario, de asumir que todavía no puedo y aceptarlo. Me permito evaluar otras maneras de ser mamá, como la adopción. De saber que cuento con otras posibilidades creativas, como otro tipo de proyectos donde poner mi energía vital mientras tanto vaya resolviendo la salida de mi duelo.
Muy bonito y si asi como tal lo sientes…
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Me doy el derecho a tomar mi tiempo para sanar y aceptar el dolor que hay en mi corazón. Gracias a Dios tuve la oportunidad de conocer a mi hijo Vinicio Gabriel por 58 largos días que lucho a mi lado en el Hospital La Raza junto con todo mi corazón, lagrimas, miedo, oraciones y fe. Algún día volveremos a estar juntos. A veces pienso como sería mi vida estando con él.
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Abril honramos a tu hijo Vinicio, agradecemos tu comentario, muy hermoso tu sentir.
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