La desautorización del duelo perinatal

Repensando en los efectos de la desautorización del duelo en general y del duelo perinatal.

Se los ha denominado duelos desautorizados ya que la sociedad y la medicina no los ha reconocido como tales.

Las personas gestantes vulneradas de sus derechos, en su derecho a reconocer el potencial de vida que ha quedado detenida en algún momento de su gestación, al nacimiento o posterior al nacimiento.

Los duelos desautorizados impiden ser reconocidos, en su trabajo de procesamiento y elaboración posterior.

Se convierte en un dolor innombrable, irreconocible, imposible de tramitar, detenido, congelado, invalidando cualquier intento de recuperación, de salida saludable.

Se convierten en duelos interrumpidos, encapsulados, enterrados, tierra árida, desértica, estéril.

Todo el dolor no tramitado por las mujeres en la historia de la humanidad, nuestras madres, nuestras abuelas, bisabuelas, ancestras, los linajes de mujeres que no pudieron detenerse a llorar su dolor, por ignorancia, por supervivencia, por adaptación, por obediencia y represión.

Por un condena social, el paradigma ideológico valorativo impertante de este tiempo histórico.

Ha llegado el tiempo en el que este dolor merezca ser reconocido.

Por nosotres, nuestros hijes y las futuras generaciones.